sábado, 12 de octubre de 2013

La Guerra Civil en La Mina de La Zarza


  
     


El gobierno republicano-socialista emprendió un amplio programa de reformas en un contexto económico desfavorable, marcado por el ascenso del paro.


Estas fueron sus principales medidas:


Reformas laborales, iniciadas desde el Ministerio del Trabajo por el socialista Largo Caballero, que favorecían la posición de los trabajadores y sindicatos y encontraron la cerrada oposición de los empresarios.


Reforma educativa: Amplio programa de construcción de escuelas y contratación de maestros: 6750 escuelas y 7000 maestros con mejores salarios. Enseñanza mixta La Religión dejó de ser asignatura obligatoria lo que agudizó el enfrentamiento con la Iglesia Reforma militar.

Buscando garantizar la fidelidad del Ejército al nuevo régimen republicano y propiciar la reducción del excesivo número de jefes y oficiales, se exigió el juramento de fidelidad al nuevo régimen republicano, pudiendo optar los que se negaran a ello al retiro voluntario con paga completa.


Reforma agraria: Se aprobó en 1932 la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Con ella se buscaba el reasentamiento de campesinos sin tierra en latifundios insuficientemente explotados.

Su aplicación fue un fracaso y muy pocos campesinos se beneficiaron de la ley. Esto provocó un decepción generalizada entre el campesinado en un contexto económico de paro creciente. La oposición al gobierno La derecha tradicional quedó desorganizada tras la proclamación de la República en los primeros meses del nuevo régimen.

La oposición conservadora quedó restringida a lasAsociaciones Patronales como la Unión Económica Nacional y el Partido Radical de Lerroux.

Este grupo de centro-derecha dirigió la oposición al gobierno en las Cortes. Por otro lado, la izquierda revolucionaria no dio tregua al nuevo gobierno.

La Confederación Nacional del Trabajo (CNT), con más de un millón de afiliados, siguió la línea extremista marcada por los militantes de la Federación Anarquistas Ibérica (FAI).

El minoritario Partido Comunista de España (PCE) se hallaba también instalado en una línea radical, defendida en aquel momento por la Komintern y Stalin. La crisis económica, la línea radical propiciada por la CNT y la negativa de la patronal a las reformas llevaron a un marco de fuertes tensiones sociales. Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes y a menudo violentos (Castilblanco, Arnedo, Baix Llobregat).

El debate en Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocaron un oposición cerrada en las fuerzas de derecha. De nuevo, las fuerzas conservadoras recurrieron al tradicional método de la insurrección militar.


El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en Sevilla agosto de 1932. La "Sanjurjada", mal preparada y con desigual apoyo en el ejército, fracasó. La reacción de las fuerzas que apoyaban al gobierno fue inmediata.

Las Cortes aprobaron la Ley de Reforma Agraria y del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

En este territorio, la Esquerra Republicana de Catalunya, dirigida por Francesc Maciá, triunfó en las primeras elecciones autonómicas. Pese al fracaso de Sanjurjo, el gobierno republicano-socialista daba muestras de claro desgaste.

En ese contexto, se produjeron los graves incidentes de Casas Viejas, en los que la Guardia de Asalto sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas.

El escándalo consiguiente llevó algobierno a la decisión de convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933.


Para estas elecciones, la derecha se había reorganizado. Tres nuevos grupos se presentaron a los comicios: La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles, grupo mayoritario auspiciado por la Iglesia Católica. Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, en la que se agruparon los monárquicos. Falange Española, la versión española del fascismo, dirigida por José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador.


Mientras la izquierda se presentó fragmentada en múltiples grupos y los anarquistas llamaron a la abstención.

Las elecciones dieron la victoria de los grupos conservadores: Partido Republicano Radical y la CEDA.


El triunfo onservador fue contestado por una insurrección anarquista que fue tuvo como resultado más de cien muertos. Tras las elecciones, Lerroux formó un gabinete conformado exclusivamente por miembros de su partido. La CEDA apoyó al gobierno desde el Parlamento.

Lerroux se vio así obligado a iniciar lo que los grupos de derecha reclamaban, una política de rectificación de las reformas del bienio anterior.

Esta nueva política se concretó en la paralización de las reformas iniciadas: Paralización de la reforma agraria, con la consiguiente expulsión de las tierras que habían ocupado de miles de jornaleros.

Paralización de la reforma militar y designación para puestos clave de militares claramente antirrepublicanos como Franco, Goded o Mola.

Esta nueva política fue completada con una amnistía para los participantes en el golpe de Sanjurjo en 1932.

Conciliación con la Iglesia Católica. Paralización de las reformas educativas.

Parón en el programa de construcciones escolares y anulación de la enseñanza mixta.

Enfrentamiento a los nacionalismos periféricos. Freno al proyecto de Estatuto de Autonomía vasco, presentado por el PNV y enfrentamientos con la Generalitat catalana, que presidía Lluis Companys, dirigente de ERC, desde enero de 1934.


En un contexto de crisis económica internacional y de triunfo de los extremismos en Europa con el triunfo de Hitler en 1933 y la consolidación de la dictadura de Stalin en la URSS, la lucha política se radicalizó en nuestro país.


España se polarizó entre las "derechas" y las "izquierdas". Derechas: La CEDA de Gil Robles agrupaba a las clases medias y populares católicas.

Las Juventudes de Acción Popular (JAP), organización juvenil del partido, tenían ya en aquel momento rasgos claramente fascistas.

En Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, se agrupaban los monárquicos con posturas cada vez más extremistas y antidemocráticas.


Finalmente, la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera se fusionó en 1934 con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) de Ledesma. Quedaba así constituido el núcleo político de ideología fascista en España.


Izquierdas: La Izquierda Republicana de Manuel Azaña agrupaba el centro-izquierda que había optado por una política de reformas y de alianzas con el movimiento obrero.

El PSOE, el mayor partido obrero, estaba dirigido por un grupo de líderes a menudo enfrentados. Indalecio Prieto y Largo Caballero representaban el ala más moderada y más radical del partido. En general, el PSOE vivió un claro proceso de radicalización.

El PCE seguía las nuevas directrices de la Komintern y buscaba una alianza de la izquierda contra el fascismo. La experiencia alemana y el ascenso de Hitler en enero de 1933 habían hecho rectificar a Stalin y buscar alianzas con todas las fuerzas de centro-izquierda.

La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria, aunque había quedado muy mermada tras el fracaso de la insurrección de diciembre de 1933.


Los continuos enfrentamientos del gobierno de la Generalitat catalana con el gobierno de derechas de Madrid habían propiciado que la Esquerra Republicana de Catalunya dirigida por Lluis Companys girara a la izquierda en sus posiciones políticas.


Revolución de Octubre de 1934


En el año 1.934 España era una República Parlamentaria, con un gobierno de centro-derecha la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), cuyo dirigente, Gil Robles, admiraba a Mussolini. Nunca quiso declarar lealtad a la República

El día 1 de Octubre del 34 amenazó al Gobierno de Samper con derribarlo si no le entregaba tres carteras.


Los trabajadores y toda la izquierda vieron en esta amenaza el peligro de la entrada del fascismo en España por la vía legal, como ya había ocurrido en Alemania, Austria e Italia.

La creciente tensión entre los dos polos políticos culminó con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934.

Esta remodelación del gobierno fue interpretada por la izquierda como el anuncio del triunfo inminente del fascismo en nuestro país. La cada vez más radicalizada izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga general contra el gobierno. El seguimiento fue muy desigual.

El movimiento fracasó en Madrid. El gobierno acuarteló a las tropas y detuvo a los principales dirigentes socialistas y comunistas.

En Barcelona, Companys, desde la presidencia de la Generalitat, dirigió una insurrección con claro matiz independentista.

La revuelta fue rápidamente reprimida por del Ejército.

Lo peor ocurrió en Asturias. Aquí la huelga general triunfó y degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y la CNT.

La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión más brutal.

La Legión, dirigida por el general Franco, fue la encargada.

El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue aterrador: más de mil trescientos muertos, el doble de heridos, treinta mil detenidos, entre ellos Companys, Azaña, que no había apoyado el levantamiento, y los principales dirigentes del PSOE como Prieto o Largo Caballero.

La reacción del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña y se redactó una nueva Ley de Reforma Agraria, que en la práctica era una verdadera contrarreforma.

A continuación, el Gobierno organizó una represión durísima: se detuvo a cientos de personas; se clausuraron decenas de Casas del Pueblo, y se les quitó a los socialistas de todos los puestos de poder: alcaldías, concejalías, actas de diputados...


Así, la mayoría de los Ayuntamientos fueron suspendidos. La represión continuó durante los siguientes meses, practicándose detenciones en muchos pueblos, estuvieran o no los detenidos complicados en la intentona; hubo además registros domiciliarios, acoso y persecución.


La represión fue durísima en todo el territorio español: se calculan unos 30.000 detenidos: socialistas, cenetistas, catalanistas (Companys fue condenado a muerte), Largo Caballero, el propio Azaña... A continuación se descabezó el movimiento obrero.


En el campo se produjo el caos: los propietarios tomaban represalias por su cuenta; hubo miles de despidos; se volvió a la semana de 48 horas y se redujeron los salarios.

Hubo 20 sentencias de muerte. Lerroux no quería que se ejecutasen, pero Gil Robles se negaba a las conmutaciones, y por ese motivo dimitió.

La sociedad quedó profundamente dividida: El año 1.935 comienza en España con 35.000 presos políticos; los partidos políticos y sindicatos de izquierdas, prácticamente desarticulados, los obreros en manos de los patronos y caciques, y un problema de paro gravísimo.

Con este panorama comenzaron a celebrarse en todo el país los consejos de guerra a los detenidos. Estos encausados por la huelga de Octubre cumplirán penas más o menos largas en prisión; algunos, hasta que sean amnistiados en Febrero del 36 por la victoria electoral del Frente Popular.


Las diferencias entre el Partido Radical y la CEDA eran evidentes. Un ejemplo de la orientación de la CEDA fueron los nombramientos que hizo Gil Robles, como nuevo ministro de Defensa.

Militares claramente contrarios a la república y la democracia fueron designados para puestos clave en la estructura del Ejército. Franco, por ejemplo, fue nombrado jefe del Estado Mayor. La crisis definitiva vino con un escándalo de corrupción, el escándalo del Estraperlo, que afectó a altos cargos gubernamentales.

Lerroux y el Partido Radical cayeron en un descrédito total. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.


En un ambiente de creciente radicalización, se presentaron las siguientes candidaturas

Frente Popular: pacto electoral firmado en enero de 1936 por Izquierda Republicana, PSOE, PCE, POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y Esquerra Republicana de Catalunya.

Este pacto agrupaba a todas las izquierdas. La CNT, con muchos presos en la cárcel, no pidió la abstención y apoyó de forma tácita a la coalición de izquierdas.

La coalición de los grupos de derecha, formada por la CEDA y Renovación Española, acudió con un programa basado en el miedo a la revolución social. La Falange y el PNV se presentaron por su cuenta.


La victoria fue para el Frente Popular, que basó su triunfo en las ciudades y las provincias del sur y la periferia. Mientras, la derecha triunfó en el norte y el interior del país.

Tras las elecciones, Manuel Azaña fue nombrado Presidente de la República. El objetivo era que Indalecio Prieto, hombre fuerte del ala más moderada del PSOE, ocupara la jefatura del gobierno. Sin embargo, la negativa del Partido Socialista, dividido en diversas tendencias, llevó a que se formara un gobierno presidido por Casares Quiroga y formado exclusivamente por republicanos de izquierda, sin la participación del PSOE.

Así, el nuevo gobierno nacía debilitado. El nuevo gabinete inició rápidamente la acción reformista: Amplia amnistía para todos los represaliados tras octubre de 1934. Restablecimiento del Estatuto catalán. Alejamiento de Madrid de los generales más sospechosos de golpismo. Franco, Mola y Goded fueron destinados a Canarias, Navarra y Baleares.

Reanudación de la reforma agraria. Esta medida fue rápidamente desbordada por la acción de los jornaleros que se lanzaron a la ocupación de fincas.

Tramitación de nuevos estatutos de autonomía. El Estatuto de Galicia, fue aprobado en plebiscito en junio de 1936, y el del País Vasco estaba prácticamente terminado en julio de 1936. La izquierda obrera había optado por una postura claramente revolucionaria y la derecha buscaba de forma evidente el fin del sistema democrático.

Desde el mes de abril se sucedieron los enfrentamientos violentos callejeros entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas.

Mientras la conspiración militar contra el gobierno del Frente Popular avanzaba. Por un lado, había una trama política conformada por los principales líderes de los partidos: Gil Robles, Calvo Sotelo, Jose Antonio Primo de Rivera.


Por otro lado, crecía el número de generales implicados: Franco, Goded, Fanjul, Varela... Emilio Mola, destinado en Pamplona, se convirtió en el jefe de la conspiración, el "director" del golpe.

La salidad antidemocrática tenía valedores internacionales. Muy pronto se iniciaron los contactos con Mussolini y Hitler.


El 12 de julio era asesinado por extremistas de derecha un oficial de la Guardia de Asalto, teniente Castillo.

La respuesta llegó la siguiente madrugada con el asesinato de José Calvo Sotelo por parte de un grupo de miembros de las fuerzas de seguridad.

El gobierno de Casares Quiroga, que no había decidido tomar medidas pese a las continuas advertencias de las organizaciones obreras, vio como el 17 de julio de 1936 el ejército de Marruecos iniciaba la rebelión contra el gobierno de la República.


El triunfo parcial del golpe desencadenó la guerra civil.


El Teatro y la Iglesia se terminaron en 1936 inaugurada un mes antes de la guerra civil fue empleado por las fuerzas de ocupación como sala de justicia donde se retenía a los habitantes y tras infligir todo tipo de vejaciones dictar sentencias la mayoría de muerte


Seguiremos con estos datos y nos vamos a centrar unicamente en La Zarza que le cogió en plena Velada durante el periodo de la guerra. Como en los vecinos pueblos de El Cerro Calañas y El Perrunal se constituyó un Comité de Defensa en esperar que llegasen tropas republicanas leales al régimen vigente legalmente constituido


En El Cerro población de mayor entidad el comité estaba formado por dos ugetistas, dos socialistas, dos comunistas y tres cenetistas se presentaron en el Cuartel de la Guardia Civil invitando a la guarnición a que se posicionara a favor de La Republica que es la que les estaba pagando los sueldos o rendirse y entregar las armas al pueblo

A lo que el comandante de puesto repondio que antes muerto que rendido y comenzó a disparar, el comité emplazo al comandante a que dejara salir del cuartel a todas las mujeres y niños y en un plan provocativo lanzo a las mujeres y niños fuera del cuartel, y aceptando el reto algunos miembros de comité creado que trabajaba de mineros en La Zarza diestros en el uso de la dinamita atacaron el cuartel resultando muertos el cabo y tres guardias civiles, el Comandante se suicido pegándose un tiro en la boca, como había prometido y tres guardias civiles resultaron heridos, tras ser curado de sus heridas ingresaron en la carcel , allí estaban también los dos curas por dar pregones desde el pulpito de la iglesia contra La Republica juntándose 20 detenidos de los cuales ninguno sufrio malos tratos.


El Comité cerreño se desplazo a continuación a El Perruna y La Zarza donde ambas guarniciones de la Guardia Civil entregan sus armas sin oponer resistencia que son requisadas por el comité cerreño para provisionar a las milicias y en el caso de La Zarza los guardias civiles quedaro en su cuartel desarmados

Dos días después llegaron un grupo de cenetistas de Riotinto presentándose al comité e instándole a quemar las imágenes la Iglesia llevaba poco más de un mes abierta, les dijo el comité que allí había pocos santos y que ellos estaban encargados de vigilar el avance de las tropas no para quemar maderas, entonces si no lo haceis vosotros lo haremos nosotros que a eso hemos venido sacaron una imagen del Corazon de Jesus, Sta. Barbara y un pequeño cristo crucificado eso era todo lo

pusieron en la puerta de la Iglesia y con la presencia de únicamente un miembro del comité zarceño le pegaron fuego dicen que comentó: mira que bien arden , pues el cura tiene que arder mejor porque tiene más grasa. (Esto constaría en el juicio sumarísimo en el que se le ejecuto a la entrada de las tropas)


Los pirómanos desoyeron estas palabras y siguieron su ruta quemando imágenes por otros lugares Queipo de Llano daba mitines radiofónicos arengando a las tropas en Radio Union de Sevilla


El comité de La Zarza envía a Domingo Aparicio Sanchez a retirar la emisora de radio del Cuartel de la guardia civil para poder seguir los pasos de la guerra y estar en contacto con los comités cercanos, le es entregada sin discusión otros cinco miembros se encargan de recoger todo el armamento disponible, esto le costaría ser el primer fusilado en La Zarza al entrar las tropas, el cazador que disponga de mas de un arma debe entregar la otra, se recogieron 40 escopetas dos tercerolas de las de los guardas y tres revólveres


El clima que se vivía por estas fechas era de temor y de aparente normalidad la mayoría de los obreros acudían al trabajo como si nada ocurriese, las tropas acantonadas en Valverde estaban recibiendo numerosos refuerzos


El 31 de julio ocuparon Calañas, Sotiel y La Torerera donde estaban haciendo muchas detenciones y algunos fusilamientos

Se oía que estaban preparando una maniobra envolvente para sitiar El Cerro y La Zarza

El 19 de agosto el alcalde de El Cerro se dirige a los vecinos ante el inminente ataque de las fuerzas franquistas y haciéndoles ver que ante el escaso armamento que poseían lo mejor era abandonar el pueblo y evitar un baño de sangre, en principio el comité se niega, pero posteriormente reconsidera la propuesta y la comunica por radio a los comités del Perrunal y La Zarza decidiendo juntarse tras Los Cerrejones por si fuera necesario entrar en combate hacerlo en campo abierto, pidiendo que establecieran medidas para retrasar lo posible la entrada de las tropas minando la cuesta de Los cortaeros en La Zarza y en Perrunal El cruce.


Efectivamente el 21 de Agosto parte de Valverde del Camino la columna de Varela Paz integrada por tropas de Intendencia, Artilleria, Carabineros, Guardia Civil, Falange y Requetes hizo su entrada triunfal con cañonazos incluido que pego en la acera de la panadería otro en la puerta de cárcel, que no paso nada porque no había nadie dentro y entraron pegando tiros .


Sin que la voladura de la cuesta Cortaeros con tres cartuchos de dinamita les impidiera el paso

Siguieron para El Cerro pero antes llego una columna por el otro lado provenientes de Alosno y Tharsis un escuadron de caballería al mando del alférez Gerardo Sanchez Donaire que fueron los que tomaron El Cerro también sin ninguna oposición Esto fue toda La guerra en La Zarza ,

Y son precisamente las personas con estos antecedentes que habían sido amnistiados por participar en la revolución de octubre del 34 , así como en muchos casos, sus familiares directos, las primeras víctimas del golpe de estado de Julio del 36: las investigaciones confirman, los asesinatos y ejecuciones de la inmensa mayoría de estos detenidos en el año 34, durante los primeros días del golpe a manos, principalmente, de los grupos falangistas de sus propios pueblos, que actuando de forma incontrolada, sacaron a estas personas de sus casas, las asesinaron e hicieron desaparecer por montes y cunetas en fosas anónimas e ilegales, se incautaron y destruyeron sus bienes e intentaron, por fin, hacer desaparecer para siempre su memoria.


Pero somos muchos los que pensamos que no debe ser así y por eso intento plasmar fielmente que pasó y se nos ocultó en esos años de represión franquista que estuvo firmando y ejecutando sentencias de muerte hasta el 27 de septiembre de 1975.


Hoy se puede acceder a datos históricos no partidarios donde con fiabilidad se dice que las muertes ocurridas durante la guerra como acción bélica se situarían alrededor de 155.000 contemplando muertos en combates y civiles fallecidos por bombardeos, e incluso enfermedades y hambruna.


Estas mismas fuentes sitúan en 144.000 los fusilamientos documentados de unos 200.000 estimados por el régimen franquista de unos 38.000 en zona republicana.

Cerca de medio millón de exiliados al finalizar la guerra , unos 200.000 funcionarios depurados y represaliados y cerca de 250.000 civiles a los que se les confiscaron sus bienes y negocios.

En los datos de censos penitenciarios pasamos de lo 8 o 10.000 habituales por año, a alcanzar cifras por encima de los 250.000







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